lunes, 28 de septiembre de 2009

Ommmmmm, els Països Catalans són una nació, ommmmm

Els Països Catalans són una nació. Els seus senyals d’identitat (llengua, cultura, història, tradicions, valors compartits…) són la base que explica la voluntat de ser una nació.
Reagrupament Independentista

Me he leído la propuesta de ponencia política de Reagrupament, sí, la última imprescindible iniciativa para la independencia de Cataluña que en esta ocasión ha salido de la preclara mente de Joan Carretero. Es sensacional. Muy recomendable para los amantes de los galimatías conceptuales que los politicastros del mundo nos brindan para salvar, por ejemplo en este caso, patrias. Lástima que hay mucha gente que se toma la parida en serio y está dispuesta a comprarla y no precisamente como obra del subgénero de humor político.

La obra empieza con el mantra habitual: Els Països Catalans són una nació. Debe resultar formidable el sosiego espiritual que deben alcanzar con la repitición de esta peculiar sentencia. Toda una liberación de la mente de sus incómodos mecanismos racionales para dejarse llevar por las emociones, fundamento confeso del nacionalismo. Ahora bien, como buena obra romántica, ese sosiego, esa perfección del espíritu es perturbada por una inquietante paradoja que inmediatamente Reagrupament nos planta en la nariz: Els seus senyals d’identitat [dels Països Catalans, és a dir, de la nació] (llengua, cultura, història, tradicions, valors compartits…) són la base que explica la voluntat de ser una nació.

En un ilógico giro, pasan de la categórica esencia de la nación a la voluntad (¿de quién?) de ser nación. ¿en qué estamos? ¿Se es o se quiere ser? Ontológicamente no tiene sentido a no ser que se sea San Anselmo o Schopenhauer. Es decir, la nación existe porque la concebimos (lo cual permite tantas naciones como imaginaciones) o el mundo es nuestra propia representación de él y en definitiva nuestra voluntad (lo cual justifica cualquier demencia). En definitiva es un acto de fe que no se puede discutir y que pretenden que los ateos nos traguemos sin rechistar.

Sorprendentemente, sus disquisiciones teológicas no pasan de estas banalidades, más que nada porque, convencidos como están de su axioma (Catalunya és una nació), no necesitan más al respecto y, total, la coña va dirigida a los devotos de su dios. Su siguiente paso en la propuesta de ponencia política (ppp) es su explicación de por qué la nación catalana requiere un Estado exclusivo. Exponen machaconamente dos motivos fundamentales: porque es un instrumento necesario para preservar lo que llaman sus senyals d'identitat y porque según ellos formar parte de España implica un expolio fiscal para Cataluña. Estas motivaciones son la plasmación de que, además de ser radicalmente confesional, su rollo es sencillamente reaccionario y de derecha extrema.

Lo explicamos: reconocen que sus amadas senyals d'identitat son extinguibles, por lo tanto no son esenciales sino meramente accidentales. Lo que exigen, pues, es que culturalmente Cataluña sea imperturbable respecto a una Cataluña que, según ellos, fue. Por lo tanto, son refractarios al cambio y reaccionan a cualquier modificación de lo que, para ellos, tendría que ser in saecula saeculorum. Son, pues, como de hecho todo nacionalista, unos reaccionarios.

Con su idea de expolio fiscal, más allá de que engañan, ya que en España, por el momento, tributan las personas (físicas y jurídicas) y no los territorios, se pasan por el arco de triunfo el principio fiscal de proporcionalidad en la tributación para recibir similares servicios. Es decir, considerándose más pastosos, la redistribución no les interesa. Ahora bien, si se salen con la suya, habrá que exigirles que respeten la voluntad de independencia fiscal de, por ejemplo, Sarrià-Sant Gervasi o reconozcan, siguiendo su linea de pensamiento (¿?), que la comarca de la Terra Alta (por decir una) expolia al Barcelonés. Ahhhh, aclararán entonces, es que todos éstos no son nación. Lo que nos devolverá irremisiblemente al punto de partida: su acto de fe. Lo que pasa es que su acto de fe, como no se sustenta en razonamiento alguno, sólo nos lo podrán inculcar a los ateos a bastonazos.

El ppp finaliza con la estrategia de la muchachada de Reagrupament para lograr la tan ansiada independencia de Cataluña. Lo que proponen es que el Parlamento de la Generalitat de Cataluña proclame por las bravas el Estado Catalán. Considerando que el actual ordenamiento jurídico no contempla esa posibilidad, lo que proponen es que una institución del Estado Español como es la Generalitat dé alegremente un golpe de estado, comportamiento que para ellos es el súmmum de lo democrático. Ello, además significará el fin de todos los males de Cataluña, ya que para ellos, a pesar de, sin ir más lejos, Fèlix Millet, vienen innegablemente de España (la corrupción, la especulación, el paro, todo esto, es importado en Cataluña de ese mal atávico que es España).

Apoteósico. Yo respeto profundamente la idea de Cataluña de Carretero y compañía. Que sientan lo que quieran, como un cristiano, un musulmán, un nacionalista español, un heavy, un culé o un trekkie. Cada cual con sus emociones libremente, pero sin dar la tabarra al prójimo. Por eso lo que yo les pido es que no pretendan que el Estado esté supeditado a su particular dios-nación. El laicismo es un gran triunfo para el ser humano. No pretendan sustituir lo que por estos lares antaño fue el catolicismo por el nacionalismo catalán de hogaño.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Las tres plagas del S. XXI

Al mundo lo amenazan tres plagas, tres pestes.

La primera es la plaga del nacionalismo.
La segunda es la plaga del racismo.
Y la tercera es la plaga del fundamentalismo religioso.

Las tres tienen un mismo rasgo, un denominador común: la irracionalidad, una irracionalidad agresiva, todopoderosa, total. No hay manera de llegar a una mente tocada por cualquiera de estas plagas. En una cabeza así constantemente arde una santa pira en espera de víctimas. Todo intento de entablar una conversación serena está condenado al fracaso. Aquí no se trata de una conversación sino de una declaración. Que asientas a lo que él dice, que le concedas la razón, que firmes tu adhesión. Si no lo haces, ante sus ojos no tienes ninguna importancia, no existes, pues sólo cuentas como un instrumento, como un arma. No existen las personas, existe la causa.
Una mente tocada por semejante peste es una mente cerrada, unidimensional, monotemática y sólo gira en torno de un tema: el enemigo. Pensar sobre el enemigo nos alimenta, nos permite existir.

Ryszard Kapuscinski: El Imperio. Editorial Anagrama, Barcelona, 1994, p. 266.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Una buena señal, por fin

Criticar al gobierno es algo tan inevitable y abierto a tantos flancos que se agradece, con estos tiempos que corren, poderse agarrar a algo que dé un mínimo de esperanza. Estamos tan acostumbrados a noticias económicas que hielan la sangre que cualquier señal positiva la recibo como agua de mayo, especialmente cuando las iniciativas gubernamentales para eso de la crisis son tan estrafalarias, caras e inútiles como, por ejemplo, el dichoso plan-e. Tantos millones dilapidados en ocurrencias hacen que al más optimista se le quede cara de circunstancias pensando, ¡Dios mío! ¿y con estas coñas pretenden salir de la crisis?

No obstante, hoy he leído una noticia que deja un resquicio a la esperanza. Por fin una alternativa a la triste economía española del ladrillo y el turismo. Sí, tiempo tendremos para lamentar sus inconvenientes, pero por el momento se agradece algo parecido a un plan económico para España que además pueda resultar un modelo energético a tener en cuenta. Sí, dios dirá, pero cuanto menos ya podemos decir que algo es algo. Lo que me sorprende es que el gobierno no lo explote más... Ay Dios, por algo será.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El delito de comer

He estado por el espectacular Egipto este ramadán, que ha caido este año en plena canícula. Me impresionó, entre otras cosas, la observancia que se hacía de este mandato divino por parte de los nativos a pesar del rigor del clima. Los turistas que nos esforzábamos en admirar las maravillas que el paso de la historia ha ido desperdigando alrededor del Nilo, fruíamos y desesperábamos por unas gotas de agua reparadora ante la inclemencia del sol castigador. Los sufridos guías locales resignadamente esperaban el paso del día para poder gozar de la bebida y comida que nosotros devorábamos aliviados con el sol en su zénit. Resultaba estremecedor ver las caritas de pena con la que miraban la sandía que nos zampábamos complacidos de aportar el agua y el azúcar que los cuerpos de todos reclamaban. Realmente, nos parecía asombrosa la fe que se requiere para afrontar semejante sacrificio. De hecho, cuando le comentamos a uno de ellos que verdaderamente se estaba ganando el cielo, preguntó esperanzado si realmente creíamos eso. La verdad es que el dios de los monoteístas se comporta como una novia tirana e insegura que requiere y exige duras pruebas de amor.

Ahora bien, hoy he leído en El País que, cuanto menos en Marruecos, es delito tipificado no observar el ramadán por parte de los musulmanes. De hecho está penado con entre uno y seis meses de cárcel y una multa. Parece ser que una joven periodista marroquí había hecho una quedada en el campo a través del facebook para hacer una frugal merendola. La policia les detuvo en la estación de tren y les impidió que realizaran semejante sacrilegio. Parece ser que habrá juicio. Lo que tendría que ser una relación íntima entre la conciencia de cada cual y Dios, resulta que no sólo se mete cualquiera, sino que es ley. No es legal ser un mal musulmán.

La moza que se ha visto en esta situación, una tal Zineb el Rhazaoui tiene mi edad. Es imposible que no me solidarice con ella. Está claro que yo, que soy un ateo decidido, no podría ser de Marruecos, con lo cerquita que está. Qué enorme frontera las columnas de Hércules. Desde esta humilde tribuna, tienes todo mi apoyo, Zineb, aunque sé que nunca te llegará.

Ignoro si en el supuestamente laico Egipto la cosa será legalmente igual, aunque socialmente la presión seguramente será similar, ya que existirá la lógica presión social de un rito compartido que ofrece el premio de la celebración nocturna. Lo que está claro, a mi humilde modo de entender, es que desde un punto de vista religioso, el ramadán como cualquier otro mandato divino, sólo tiene sentido respetarlo si éste es estrictamente voluntario, si está inducido por la fe y no por la presión o la ley. En definitiva, no tiene mérito ser un buen musulmán, como de cualquier otra confesión, si no se te permite serlo malo. La observancia de cualquier rito deja de ser un acto de fe, pues, y se convierte en una mera imposición, en un mero sometimiento. Y por supuesto, el que lo impone al prójimo no es en absoluto un buen creyente, ya que no procura convencer de la importancia espiritual del rito, sino se trata de un patético tirano.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Esa derecha españolista ficticia

Como militante de C's me llena de satisfacción cuando encuentro alguna noticia en la que nos mencionan. Estamos demasiado acostumbrados al ninguneo, a que ignoren nuestra posición en las crónicas parlamentarias. La alegría es mayor cuando, además, de lo que se trata no es el habitual tema nacionalista que acostumbra a protagonizar la vida política catalana y a la que, en caso de mencionarnos, tienden a relegarnos. En este caso se trata de la prostitución. Como en otras ocasiones, nuestra posición coincide con ICV y ERC frente a CiU, PP e incluso el psC. Vaya, y nos siguen llamando derecha, si acaso, incluso, extrema. Por favor, discutan aquello con lo que no estén de acuerdo con nosotros, pero no engañen y confundan al electorado.