Sociedad acomodaticia la nuestra. Formados como nunca, conocedores de innumerables ejemplos revolucionarios a través de la Historia, cargados de motivos e instrumentos para la Revolución y aún andamos con mentalidad de súbditos, rogando clemencia al poder. La democracia no reside únicamente en las instituciones, sino fundamentalmente en la actitud de los ciudadanos, ejerciendo su papel de miembros activos de una comunidad política.
Como rezaba cierta olvidada canción: Ni en dioses, reyes, ni tribunos está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor.
Se trata de construir un proyecto con un programa concreto, algo parecido a esto, con la intención de tomar el poder para aplicarlo. La Historia está cargada de ejemplos para inspirarse, aprendiendo de sus errores, por supuesto. Pero en teoría ahora no hace falta ocupar palacios de invierno.
viernes, 13 de julio de 2012
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